Gyeongju (Corea del Sur), 1 nov.- El primer ministro de Canadá, Mark Carney, ofreció disculpas al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tras la controversia generada por un anuncio televisivo canadiense contra los aranceles estadounidenses, que provocó una nueva ola de tensiones comerciales entre ambos países y llevó al mandatario republicano a imponer aranceles adicionales del 10 % sobre productos canadienses.

«Pedí disculpas al presidente Trump; se sintió ofendido por el anuncio y no es algo que yo hubiera hecho ni autorizado», declaró Carney durante una conferencia de prensa en Gyeongju, donde se celebra la cumbre del foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC). El líder canadiense aseguró además que Ottawa está dispuesto a reanudar las negociaciones “cuando los estadounidenses estén listos”, buscando aliviar las tensiones bilaterales.

El nuevo roce diplomático se originó tras un anuncio televisivo impulsado por el gobierno de Ontario, que citaba declaraciones del expresidente estadounidense Ronald Reagan criticando los aranceles. La pieza publicitaria fue percibida por la Casa Blanca como una afrenta directa, lo que llevó a Trump a responder con la imposición de un arancel adicional del 10 % sobre las importaciones procedentes de Canadá.

En marzo, la Administración Trump ya había establecido aranceles del 25 % sobre productos canadienses como el acero, el aluminio y componentes del sector automotriz, afectando significativamente la economía canadiense, cuyo 75 % de las exportaciones dependen de Estados Unidos.

En paralelo, Carney mantuvo un encuentro con el presidente chino Xi Jinping en los márgenes del APEC, en un intento por diversificar los lazos económicos de Canadá y reducir su dependencia de Washington. Según fuentes diplomáticas, ambas naciones acordaron continuar con el diálogo económico interrumpido desde el inicio de las tensiones comerciales globales.

Durante la cumbre, Trump también se reunió con Xi en la ciudad de Busan, pero evitó un encuentro formal con Carney. Testigos del evento señalaron que el saludo entre ambos líderes fue notablemente frío, aunque Trump posteriormente restó importancia al incidente y aseguró que mantuvieron una “buena conversación” antes de su partida hacia Washington.

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