Busan (Corea del Sur), 30 Oct.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este jueves, tras mantener una reunión “increíble” con su homólogo chino, Xi Jinping, en Corea del Sur, una importante reducción de aranceles y una nueva etapa de cooperación bilateral para frenar el tráfico de fentanilo, uno de los mayores problemas de salud pública en Norteamérica.
Trump informó que reducirá del 20 % al 10 % los aranceles sobre China impuestos en represalia por la exportación ilegal de precursores químicos de opioides, lo que reducirá el total de gravámenes del 57 % al 47 %. “Él es un gran líder y el líder de un país muy poderoso y fuerte: China”, declaró el mandatario estadounidense a bordo del Air Force One rumbo a Washington.
Durante la cumbre, ambos líderes acordaron reforzar los controles sobre el fentanilo y sus precursores. “Va a trabajar muy duro para detener el flujo”, dijo Trump, asegurando que espera “acciones reales” por parte de Pekín. Además, China se comprometió a reanudar las compras de soja estadounidense, suspendidas durante la guerra comercial. “Grandes cantidades de soja serán compradas de inmediato. El presidente Xi lo autorizó ayer, y lo aprecio mucho”, destacó el republicano.
Otro punto clave fue la reanudación del comercio de tierras raras, minerales estratégicos que China controla en gran medida. “Todo el asunto de las tierras raras se ha solucionado (…) No hay más restricciones”, confirmó Trump. En consecuencia, el Ministerio de Comercio chino anunció la suspensión por un año de las medidas de control a la exportación de estos materiales.
En el ámbito tecnológico, ambos presidentes abordaron la venta de chips del gigante Nvidia a China, aunque no se alcanzó un acuerdo concreto. También discutieron la cooperación energética y los esfuerzos conjuntos para poner fin a la guerra en Ucrania, pese a que Trump criticó que China continúe comprando petróleo a Rusia.
El encuentro, celebrado en la Base Aérea de Gimhae, marcó el primer cara a cara entre Trump y Xi desde el regreso del republicano al poder, y fue descrito por ambos como una “reunión larga, cordial y productiva”. Xi Jinping, por su parte, agradeció a Trump su “contribución al alto el fuego en Gaza” y a la resolución del conflicto entre Tailandia y Camboya, subrayando que “China y Estados Unidos deben ser socios y amigos”.
Fuera del recinto, decenas de estudiantes chinos residentes en Corea del Sur ondearon banderas en apoyo a Xi, mientras que la policía local detuvo a tres manifestantes antichinos.
Tras la reunión, China y Estados Unidos también acordaron suspender durante un año las tasas portuarias que se imponían mutuamente, como gesto de distensión en el marco de los nuevos consensos económicos. Según Trump, ambos mandatarios volverán a reunirse en abril del próximo año en Pekín, para avanzar en una “nueva fase de cooperación” entre las dos principales economías del mundo.








