Gyeongju, 30 oct. — El primer ministro de Canadá, Mark Carney, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, compartieron mesa y sonrisas este miércoles durante una cena oficial en Corea del Sur, en lo que marcó su primer encuentro cara a cara desde la abrupta ruptura de las negociaciones comerciales entre ambos países la semana pasada.

El encuentro tuvo lugar en una cena ofrecida por el presidente surcoreano Lee Jae-myung, a la que asistieron un reducido grupo de líderes mundiales invitados en el marco de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC). En las mesas se podían leer carteles que destacaban que la velada se celebraba “en honor de Trump y los líderes estatales”.

Pese al ambiente distendido, el trasfondo diplomático entre Washington y Ottawa sigue siendo tenso. Trump había declarado días antes en su red social Truth Social que no planeaba reunirse con Carney, insistiendo en que su visita a Corea del Sur “no era para ver a Canadá”. Ambos mandatarios llevaban varios días en Asia, asistiendo a la Cumbre de la ASEAN en Kuala Lumpur, sin haberse cruzado hasta este evento.

Las fricciones se originaron cuando Trump suspendió las negociaciones comerciales con Canadá, argumentando su descontento por una campaña publicitaria antiarancelaria financiada por el gobierno de Ontario, valorada en 75 millones de dólares. El anuncio, emitido en medios estadounidenses, incluía un fragmento de una entrevista con el expresidente Ronald Reagan, que Trump calificó como “manipulado”.

La disputa estalló mientras los equipos negociadores de ambos países intentaban cerrar acuerdos sobre los aranceles al acero, aluminio y productos energéticos. Aunque el premier de Ontario, Doug Ford, retiró la campaña tras conversaciones con Carney, Trump reaccionó amenazando con imponer un nuevo arancel del 10 % a productos canadienses, sin especificar su alcance ni fecha de implementación.

Durante su gira asiática, Trump responsabilizó directamente a Carney por el anuncio, alegando que el primer ministro estaba al tanto de la campaña. Ford confirmó haber informado a Carney, pero la Oficina del Primer Ministro canadiense evitó hacer comentarios al respecto.

Carney, por su parte, defendió en Malasia que las negociaciones con Estados Unidos habían sido “muy detalladas y constructivas”, pero reconoció que “todo cambió” cuando comenzó la emisión del anuncio. Subrayó que Canadá está lista para retomar el diálogo cuando Washington lo decida, aunque aprovechó para remarcar que el país busca diversificar sus relaciones comerciales más allá de Estados Unidos.

El primer ministro destacó que su gobierno planea duplicar las exportaciones a países no estadounidenses y atraer inversiones por más de medio billón de dólares para impulsar proyectos energéticos y de infraestructura. En este sentido, Carney resaltó el papel del sudeste asiático como un mercado clave para el gas natural licuado (GNL) canadiense, en un contexto de creciente demanda energética impulsada por la inteligencia artificial y los centros de datos.

El embajador canadiense en Japón y enviado especial para el Indo-Pacífico, Ian McKay, señaló que la región está priorizando el acceso a energía limpia, y que Canadá podría convertirse en un proveedor estratégico de GNL desde su costa oeste hacia los mercados asiáticos.

Durante su visita, Carney se reunió también con el primer ministro de Singapur, Lawrence Wong, quien destacó su “gran satisfacción” por reanudar la cooperación bilateral. Ambos líderes coincidieron en fortalecer la colaboración en finanzas sostenibles, tecnología limpia, seguridad alimentaria y energética.

Para el jueves, el primer ministro canadiense tiene previsto continuar su agenda con líderes de Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda, además de visitar los astilleros de Hanwha Ocean, una de las empresas que compiten por construir la próxima flota de submarinos canadienses.

La cumbre de la APEC se inaugurará el viernes, día en que Carney sostendrá una reunión bilateral con el presidente chino Xi Jinping, el primer encuentro formal entre ambos mandatarios desde 2017, marcando un nuevo capítulo en la diplomacia comercial canadiense.

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