Bogotá, 30 oct. — El presidente de Colombia, Gustavo Petro, solicitó a Arabia Saudí que actúe como mediador entre Estados Unidos y los países del Caribe para detener el despliegue militar y los ataques letales contra embarcaciones sospechosas de tráfico de drogas, que han dejado varios muertos en las últimas semanas.
“Le pedí a Arabia Saudita mediar en el conflicto que se está desatando en el Caribe, que incluye intentar detener esta masacre de gente generalmente joven, caribeños, de diversas lenguas, diversas nacionalidades, entre ellos colombianos”, declaró Petro desde Arabia Saudí, donde realiza una visita oficial. Añadió que es preferible “buscar que el diálogo interno sea el mejor camino antes que los misiles”.
El mandatario indicó que Arabia Saudí analizará la solicitud, y recordó que a inicios de octubre ya había hecho una propuesta similar a Qatar. Petro ha sido uno de los líderes latinoamericanos más críticos con la política militar estadounidense en el Caribe y el Pacífico, donde se han registrado más de una decena de ataques a pequeñas embarcaciones bajo el argumento de combatir el narcotráfico.
De acuerdo con fuentes del Pentágono, el último operativo estadounidense ocurrió el lunes frente a la costa colombiana, dejando 14 muertos y un sobreviviente. En total, cuatro embarcaciones fueron atacadas. El presidente colombiano calificó estas acciones como un “uso desproporcionado de la fuerza”, asegurando que las “bajas se convierten en asesinatos”. Sugirió, además, que el verdadero propósito de Washington no sería la lucha antidrogas, sino una “invasión encubierta” en la región.
Petro denunció también que entre las víctimas habría un colombiano pescador desaparecido desde mediados de septiembre, y confirmó que otro connacional sobreviviente fue repatriado a Colombia, mientras un ecuatoriano fue liberado por su país al no hallarse pruebas de delito.
Las tensiones entre Bogotá y Washington se han agravado en los últimos meses. Estados Unidos ha impuesto sanciones contra Petro, su familia y un funcionario de su gobierno, acusándolos de vínculos con el tráfico global de drogas, acusaciones que el mandatario colombiano calificó de “infundadas”.
El incremento de operaciones militares estadounidenses ha encendido las alarmas en la región, generando especulaciones sobre un posible intento de desestabilización contra el gobierno de Nicolás Maduro, señalado por Washington de liderar una red de narcoterrorismo.








