Kuala Lumpur, 25 de octubre.— El primer ministro Mark Carney presentó a Canadá como un socio confiable y defensor del comercio basado en reglas, en un momento en que el presidente estadounidense Donald Trump redefine el panorama económico mundial. Su participación en la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) busca atraer inversiones hacia el país norteamericano y fortalecer su estrategia de diversificación económica.
Durante su discurso previo a la presentación del primer presupuesto de su gobierno, Carney anunció la meta de duplicar las exportaciones canadienses fuera de Estados Unidos en la próxima década, lo que equivaldría a 300 mil millones de dólares en nuevo comercio exterior. “Canadá debe mirar más allá de su frontera sur para asegurar su prosperidad futura”, declaró.
Sin embargo, las tensiones bilaterales con Washington se intensificaron apenas un día después. Trump canceló abruptamente las negociaciones comerciales con Canadá, alegando su frustración por una campaña del gobierno de Ontario contra los aranceles estadounidenses que se transmite en cadenas de televisión de EE. UU. El mandatario calificó dicha publicidad como “corrupta y posiblemente generada por inteligencia artificial”, y aseguró que no tiene previsto reunirse con Carney durante la cumbre.
A pesar del distanciamiento con Washington, expertos señalan que el enfoque canadiense hacia Asia es un paso estratégico. Wayne Farmer, presidente del Consejo Empresarial Canadá-ASEAN, destacó que los países del bloque “ven a Canadá como un socio estable y confiable con el que pueden planificar a largo plazo”.
Fuentes gubernamentales confirmaron que Carney mantendrá reuniones bilaterales con el primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim, centradas en energía verde y minerales críticos, además de encuentros con una empresa petrolera local y el banco central de Malasia. También visitará una instalación aeroespacial durante su estancia en Kuala Lumpur.
Según Farmer, el gobierno canadiense envía “señales positivas” al acelerar la aprobación de proyectos estratégicos dentro de su legislación de infraestructura. “El cambio de tono del gobierno ha sido bien recibido, pero la verdadera prueba será su capacidad de ejecución”, afirmó.
La región del Sudeste Asiático, con algunas de las economías de más rápido crecimiento del mundo, busca mejorar su seguridad energética y alimentaria. En este contexto, Vina Nadjibulla, vicepresidenta de la Fundación Asia Pacífico, subrayó que Canadá puede desempeñar un papel clave en sectores como la agricultura fortificada, la investigación en granos y la energía nuclear, un campo de interés para países como Vietnam y Malasia.
Por su parte, Kai Ostwald, director del Instituto de Investigación Asiática de la Universidad de Columbia Británica, sostuvo que Canadá comparte con la ASEAN una visión pragmática: “No somos lo suficientemente grandes ni poderosos para dictar la geopolítica global, pero sí podemos gestionarla colectivamente”.
Actualmente, Canadá y la ASEAN trabajan en un acuerdo de libre comercio que se espera firmar a comienzos de 2026, junto con la renovación de un plan de acción quinquenal que expira a finales de este año.








