Madrid, 7 agosto.– La Policía Nacional ha desarticulado una organización criminal que explotaba laboralmente a personas migrantes en situación irregular, obligándolas a realizar jornadas de hasta 64 horas seguidas en obras de construcción repartidas por todo el país. La operación se ha saldado con ocho detenidos, incluidos los tres cabecillas del grupo.
Según un comunicado oficial de la Dirección General de Policía, la investigación comenzó en mayo tras detectar una empresa que reclutaba a extranjeros sin papeles mediante engañosas promesas económicas. Una vez contratados, eran sometidos a condiciones inhumanas: sueldos miserables, turnos extenuantes, y tareas peligrosas que ponían en riesgo su salud y seguridad laboral.
En pleno invierno, varios migrantes fueron obligados a vigilar obras al aire libre durante más de dos días consecutivos, sin pausas ni protección adecuada. La organización les pagaba en efectivo y, en muchos casos, sólo el primer mes, dejando los siguientes sin remuneración. Cuando los trabajadores reclamaban sus sueldos, eran amenazados y posteriormente despedidos, para ser reemplazados por nuevas víctimas.
El grupo criminal operaba con un entramado empresarial fraudulento, utilizando testaferros para crear y cerrar empresas con diferentes nombres, con el fin de eludir controles judiciales, policiales y administrativos.
Los detenidos han sido puestos a disposición judicial y enfrentan cargos por delitos de organización criminal, violaciones de los derechos laborales, intrusismo profesional, amenazas, coacciones y obstrucción a la justicia.
