Edmonton, 7 agosto.– Un juez del Tribunal del Rey de Alberta ha comenzado a evaluar la validez constitucional de una polémica propuesta de referéndum que plantea la secesión de Alberta del resto de Canadá. La iniciativa, impulsada por el Proyecto de Prosperidad de Alberta, plantea la pregunta: “¿Está usted de acuerdo en que la provincia de Alberta se convierta en un país soberano y deje de ser una provincia de Canadá?”
El director electoral principal, Gordon McClure, remitió la cuestión a los tribunales la semana pasada solicitando que se determine si la pregunta infringe la Constitución canadiense o derechos de tratados indígenas. La decisión judicial marcará un precedente sobre los límites legales de los referéndums provinciales.
La primera ministra Danielle Smith y el ministro de Justicia Mickey Amery criticaron la judicialización del proceso, alegando que la pregunta debería ser aprobada primero y revisada judicialmente solo si obtiene mayoría en una eventual votación. No obstante, la oficina de McClure ha declinado hacer más comentarios mientras el proceso legal continúa.
Diversos actores indígenas, como la Primera Nación Athabasca Chipewyan, han manifestado su intención de participar en el procedimiento, advirtiendo sobre el impacto que una separación podría tener en sus derechos y territorios.
Según una carta enviada al juez Colin Feasby por un abogado del gobierno provincial, el propio Ministro Amery presentará argumentos en defensa de la constitucionalidad de la propuesta. Por su parte, Mitch Sylvestre, líder del proyecto secesionista, planea solicitar la anulación anticipada del caso para que la revisión judicial se detenga antes de su inicio. El abogado del grupo aún no ha respondido a los medios.
De ser aprobada por el tribunal, Sylvestre tendrá que reunir al menos 177.000 firmas en cuatro meses para que el referéndum se someta a votación.
En paralelo, se ha aprobado otra iniciativa ciudadana contraria, liderada por el ex viceprimer ministro conservador Thomas Lukaszuk, que propone declarar oficialmente que Alberta nunca se separará de Canadá. Dado que su propuesta fue aceptada antes del cambio legal sobre los umbrales de firmas, necesitará casi 300.000 firmas en 90 días para acceder a las papeletas.
Aunque la ley canadiense reconoce el derecho de las provincias a consultar a su población mediante referéndum, el resultado de una eventual secesión requeriría una clara expresión democrática y posterior negociación con el gobierno federal, como estableció la Corte Suprema en el fallo sobre la soberanía de Quebec.








