BOGOTÁ, 3 agosto.— La periodista y precandidata presidencial Vicky Dávila volvió a sacudir el panorama político colombiano al revelar este domingo una serie de presuntas conversaciones privadas entre Day Vásquez, exesposa de Nicolás Petro, y el propio hijo del presidente Gustavo Petro, que expondrían un escandaloso patrón de conducta durante la campaña electoral de 2022, incluyendo fiestas con travestis, consumo de alcohol y financiación dudosa.
Dávila publicó seis chats en sus redes sociales, los cuales estarían bajo custodia de la Fiscalía General de la Nación, y que revelarían presuntas actividades comprometedoras del entonces candidato presidencial, como ausencias a eventos oficiales por resacas, encuentros privados con mujeres trans y presencia de militares implicados en la logística de estas fiestas, en las que supuestamente se consumían sustancias ilícitas.
En uno de los mensajes, Vásquez alerta a Nicolás Petro sobre la posible existencia de un video comprometiendo a su padre con personas identificadas como “travestis”. “En los videos hay de todoooo, travestís y demás”, habría escrito Vásquez. Nicolás respondió con preocupación: “Tu papá está jodido, de verdad”.
Los chats evidenciarían además una estrategia de encubrimiento en el entorno cercano al presidente. En un caso, cuando Gustavo Petro se ausentó de una audiencia, la excusa dada públicamente fue una supuesta intoxicación. “Dijeron que se había intoxicado”, se lee en el intercambio. Vásquez incluso sugiere a Nicolás no contestar llamadas de la primera dama Verónica Alcocer para evitar preguntas incómodas.

Presunta financiación ilícita y vínculos con clanes políticos
Uno de los aspectos más delicados revelados en los chats es la presunta financiación de estas actividades con dinero de Euclides Torres, un polémico contratista vinculado al clan político barranquillero. “Seguramente eso fue lo que le dio Euclides, plata para eso”, afirma Vásquez en uno de los mensajes.
También se menciona la participación de un coronel del círculo de seguridad presidencial, a quien Nicolás identifica como alguien que ya está “acostumbrado a eso”, sugiriendo que habría facilitado la entrada de mujeres a los eventos privados del presidente. Vásquez advierte: “Y esas viejas se ven que son de la calle. Solo en la apariencia se les ve”.
Las conversaciones incluyen referencias a situaciones reiteradas de exceso de alcohol, como cuando Vásquez afirma: “Tu papá está full tomado”, o cuando se menciona que Gustavo Petro estaba “enguayabado”. Estas conductas, según Dávila, “afectan su desempeño como presidente. Por eso no es intimidad, es un problema de Estado que afecta la seguridad nacional”.

Un llamado a la acción política
Dávila concluyó su publicación con un mensaje directo a los ciudadanos: “Colombia no merece un presidente como Petro. El 31 de mayo de 2026, juntos, los Valientes, tenemos que ganar en primera vuelta para sacar al país de este hueco. No más corrupción y no más mal ejemplo desde la Presidencia”.
Las revelaciones llegan en un momento clave, cuando se consolidan varias precandidaturas para las presidenciales de 2026 y crece el escrutinio sobre el entorno político y familiar de Petro, que ya enfrenta investigaciones formales por presunto ingreso de dineros irregulares en su campaña.








