MADRID, 16 julio. Los trabajadores inmigrantes en España perciben un salario un 29,3 % inferior al de los empleados nativos, una brecha que, según un estudio publicado este miércoles en la revista Nature, se debe principalmente al acceso limitado de los migrantes a empleos mejor remunerados en sectores, ocupaciones y empresas.
Este porcentaje convierte a España en el país con la mayor desigualdad salarial entre inmigrantes y locales entre los nueve países analizados, seguido por Canadá (27,5 %), y muy por encima de otras naciones como Noruega (20,3 %), Alemania (19,6 %) o Suecia (7,0 %).
El estudio, liderado por Are Skeie Hermansen de la Universidad de Oslo y con participación de más de una docena de universidades —incluido el IESE Business School en representación de España—, se basa en el análisis de datos de 13,5 millones de personas en Canadá, Dinamarca, Francia, Alemania, Países Bajos, Noruega, España, Suecia y Estados Unidos.
Acceso restringido a empleos de calidad
Los investigadores señalan que la diferencia salarial no responde tanto a una menor remuneración por el mismo trabajo, sino a que los inmigrantes tienen más dificultades para acceder a sectores y empresas que pagan mejor. En concreto, el 75 % de la brecha responde a esta «clasificación ocupacional», y solo el 25 % se debe a que cobren menos dentro de la misma empresa y puesto.
| País | Brecha salarial inmigrantes-nativos (%) |
|---|---|
| España | 29,3 % |
| Canadá | 27,5 % |
| Noruega | 20,3 % |
| Alemania | 19,6 % |
| Francia | 18,9 % |
| Países Bajos | 15,4 % |
| Estados Unidos | 10,6 % |
| Dinamarca | 9,2 % |
| Suecia | 7,0 % |
Brecha persistente en la segunda generación
En países con datos disponibles sobre hijos de inmigrantes (Canadá, Alemania, Dinamarca, Países Bajos, Noruega y Suecia), el estudio halló que la brecha se reduce a un 5,7 % en promedio en la segunda generación. Sin embargo, persisten diferencias importantes entre descendientes de inmigrantes europeos y los procedentes de África u Oriente Medio.
En el mismo puesto de trabajo, la diferencia de salario entre segunda generación y nativos apenas era del 1,1 %, lo que indica que el principal obstáculo sigue siendo el acceso a empleos de calidad y no tanto la discriminación salarial directa.
Recomendaciones: integrar y capacitar
Los autores subrayan que las políticas públicas deben centrarse en mejorar el acceso de los inmigrantes a mejores oportunidades laborales. Esto incluye:
- Formación lingüística.
- Programas de desarrollo de competencias.
- Reconocimiento de títulos extranjeros.
- Acceso a educación nacional y redes de empleo.
- Apoyo activo en la búsqueda de empleo.
- Combate a los sesgos en la contratación y promoción.
El estudio aporta argumentos clave para el diseño de políticas de integración más eficaces, en un contexto donde la inmigración es crucial para el desarrollo económico y la sostenibilidad demográfica de países como España.







