Ottawa, 14 jul.- El gobierno del primer ministro Mark Carney aplicará recortes del 7,5 % al gasto público, una medida que alcanzará a Asuntos Globales de Canadá, justo en el momento en que ese organismo busca reforzar la presencia diplomática del país en el extranjero.
La decisión fue formalizada este lunes mediante cartas enviadas por el ministro de Finanzas, François-Philippe Champagne, a los titulares de cada ministerio, exigiendo identificar reducciones presupuestarias de cara al próximo ejercicio fiscal en primavera de 2026.
La ministra de Asuntos Exteriores, Anita Anand, confirmó que su cartera también deberá cumplir con la exigencia, subrayando que los recortes serán dirigidos a eliminar burocracia e ineficiencias dentro de Asuntos Globales. Sin embargo, evitó precisar qué programas o delegaciones diplomáticas podrían verse directamente afectados.
“Necesitamos hacer más con menos. Hay procesos duplicados, hay estructuras costosas que deben revisarse”, afirmó Anand, en declaraciones a medios parlamentarios.
Preocupación entre exdiplomáticos: “Se reduce nuestra voz en el mundo”
La medida ha despertado preocupación entre figuras del servicio exterior, especialmente cuando Canadá enfrenta retos geopolíticos complejos y busca reforzar alianzas estratégicas en Europa, Asia y América Latina.
El senador Peter Boehm, exembajador y alto funcionario de la Cancillería, advirtió que un recorte de personal diplomático puede debilitar la influencia internacional de Canadá y limitar su capacidad para proteger a los ciudadanos canadienses en el extranjero.
“En un contexto de tensiones globales, el gobierno debería reforzar —no reducir— su capacidad de proyección internacional”, sostuvo Boehm.
Otro exdiplomático, Alan Kessel, coincidió en la crítica y señaló que reducir el cuerpo diplomático representa “un riesgo innecesario para la política exterior del país y para la atención consular que requieren los canadienses en situaciones de crisis”.
Contexto internacional: recortes también en Estados Unidos
La noticia llega en paralelo a una restructuración masiva del Departamento de Estado de EE.UU., donde se prevé el despido de más de 1.300 empleados a lo largo del año, en una señal de que la austeridad está alcanzando también a los servicios exteriores de las grandes potencias occidentales.
Expertos señalan que esta coyuntura podría debilitar la coordinación diplomática entre aliados tradicionales en un escenario de creciente inestabilidad internacional.
Una política de austeridad generalizada
El gobierno Carney ha iniciado un plan de consolidación fiscal que busca controlar el déficit público y reducir el gasto estructural, en parte para contener la inflación y responder a las críticas por el crecimiento del aparato estatal en los últimos cinco años.
Se espera que otros ministerios sensibles, como Defensa Nacional, Salud y Medio Ambiente, también enfrenten ajustes presupuestarios importantes, aunque fuentes del Tesoro advierten que habrá excepciones limitadas para áreas críticas como seguridad nacional o catástrofes naturales.
Los sindicatos del sector público ya han expresado su oposición frontal a los recortes y planean movilizaciones si se avanza en despidos o congelación de contrataciones.
La magnitud y el impacto de los recortes se conocerán en el próximo Presupuesto Federal, que se presentará en marzo de 2026. Mientras tanto, el servicio exterior se prepara para una etapa de revisión profunda, con incertidumbre sobre el futuro de embajadas, consulados y programas de cooperación.








