WASHINGTON, 13 de mayo. — La Administración de Donald Trump anunció este martes la reincorporación de Cuba al listado de países que “no cooperan plenamente con los esfuerzos antiterroristas” (NFCC, por sus siglas en inglés), una decisión que implica nuevas sanciones para la isla. Este movimiento revierte la postura adoptada por el gobierno de Joe Biden (2021–2025), quien había retirado a Cuba de esta lista tras reanudar la cooperación policial con La Habana en materia antiterrorista.


La Justificación del Departamento de Estado

En un comunicado oficial, la portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, explicó que la decisión se basa en la falta de cooperación del régimen cubano en la lucha contra el terrorismo durante 2024. Según el Departamento de Estado, Cuba alberga al menos a 11 ciudadanos estadounidenses prófugos de la justicia y ha demostrado su negativa a negociar su regreso para enfrentar cargos en Estados Unidos.

“El régimen cubano dejó claro que no estaba dispuesto a negociar el regreso de estos individuos para que comparecieran ante la justicia en nuestro país”, afirmó Bruce.

Además de Cuba, los países que actualmente integran el listado NFCC son Corea del Norte, Irán, Siria y Venezuela, todos considerados como naciones que no cumplen con los estándares internacionales en materia de cooperación antiterrorista.


Consecuencias de la Decisión

La reincorporación de Cuba al listado NFCC implica importantes consecuencias económicas y políticas para la isla. Entre las medidas más destacadas están:

  • Prohibición de la venta o concesión de licencias para la exportación de artículos y servicios de defensa: Esto limita aún más las posibilidades de comercio entre ambos países en sectores estratégicos.
  • Incremento de las tensiones diplomáticas: La medida refuerza la retórica de confrontación entre Washington y La Habana, socavando los esfuerzos de normalización de relaciones iniciados durante el gobierno de Barack Obama.

Esta decisión se suma a otras acciones tomadas por la Administración Trump para endurecer las sanciones contra Cuba, incluyendo su reincorporación a la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, una categoría que también conlleva severas restricciones económicas y financieras.


El Contexto Histórico

La relación entre Estados Unidos y Cuba ha estado marcada por décadas de tensiones políticas y económicas, desde la Revolución Cubana de 1959 hasta la actualidad. Durante su primer mandato, Donald Trump adoptó una postura más dura hacia la isla, revirtiendo muchos de los avances logrados bajo la administración de Barack Obama, quien había promovido un histórico acercamiento bilateral.

Bajo Joe Biden, se intentó restablecer cierto grado de cooperación, especialmente en áreas como la seguridad y la lucha contra el terrorismo. Sin embargo, el retorno de Trump al poder ha significado un retroceso en estas iniciativas, con medidas como la reincorporación de Cuba a listas que imponen sanciones adicionales.


Reacciones Esperadas

La decisión de reincorporar a Cuba al listado NFCC probablemente generará críticas tanto dentro como fuera de Estados Unidos. Organizaciones internacionales y gobiernos aliados podrían cuestionar la justificación presentada por el Departamento de Estado, argumentando que las acusaciones carecen de fundamentos sólidos y buscan reforzar una agenda política hostil hacia la isla.

Por su parte, el gobierno cubano ha calificado previamente este tipo de medidas como una herramienta de presión política destinada a debilitar al régimen. Se espera que La Habana responda con declaraciones contundentes, defendiendo su historial en materia de cooperación internacional y denunciando lo que considera un uso indebido de listas y sanciones por motivos políticos.


Un Futuro Complejo para las Relaciones Bilaterales

Con esta nueva medida, la Administración Trump deja claro su enfoque de máxima presión hacia Cuba, alejándose aún más de cualquier posibilidad de diálogo constructivo. Mientras tanto, la comunidad internacional observará con atención cómo impacta esta decisión en la ya precaria situación económica y social de la isla, así como en las relaciones entre ambos países.

Para Estados Unidos, mantener a Cuba en listas restrictivas como el NFCC y la de Estados patrocinadores del terrorismo refuerza su postura de línea dura, pero también podría complicar futuros intentos de reconciliación si cambia la orientación política en Washington. Por ahora, las tensiones entre ambos países parecen destinadas a profundizarse, con consecuencias inciertas para la región y más allá.

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