WASHINGTON, 22 ABRIL.- El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, se encuentra nuevamente en el centro de una polémica tras ser acusado de compartir detalles clasificados sobre operaciones militares en un chat privado de la aplicación Signal. Según reveló The New York Times, Hegseth habría discutido información sensible sobre bombardeos a los rebeldes hutíes en Yemen en un grupo de chat que incluía a su esposa, su hermano y su abogado.
Este caso forma parte del escándalo conocido como ‘Signalgate’, que estalló en marzo cuando The Atlantic informó que un periodista fue incluido accidentalmente en un chat de Signal donde Hegseth y otros altos funcionarios del gobierno de Donald Trump debatían los preparativos de un bombardeo en Yemen. Ahora, nuevas filtraciones han exacerbado la controversia, con excolaboradores destituidos acusados de revelar información a la prensa.
Hegseth Responde a las Acusaciones
Durante una entrevista con Fox News, la cadena donde trabajó antes de asumir el cargo en el Pentágono, Hegseth minimizó las acusaciones al señalar que no debería sorprender que los excolaboradores despedidos continúen filtrando información.
«Cuando destituyes a gente porque crees que están filtrando información clasificada (…) ¿Por qué debería sorprendernos que esas personas sigan filtrando a los mismos reporteros?», declaró Hegseth. Además, sugirió que los tres asesores del Pentágono puestos en baja administrativa la semana pasada son responsables de las nuevas revelaciones mediáticas.
«Intentan sabotear la agenda del presidente (Trump) y del secretario. Una vez eres un filtrador, siempre vas a ser un filtrador», afirmó Hegseth en tono defensivo.
La Casa Blanca Busca un Reemplazo, pero Trump Apoya a Hegseth
El escándalo ha generado especulaciones sobre la permanencia de Hegseth en el cargo. Según informó la radio pública NPR, la Casa Blanca está evaluando posibles reemplazos para el secretario de Defensa. Sin embargo, Donald Trump salió en defensa de Hegseth durante una conferencia de prensa el lunes, calificando su gestión como un «gran trabajo» y asegurando que «todos están contentos con él».
Esta declaración refuerza la lealtad de Trump hacia Hegseth, quien ha sido una figura controvertida desde su nominación. Su confirmación en el Senado solo fue posible gracias al voto de desempate del vicepresidente JD Vance, a pesar de las acusaciones de agresión sexual y maltrato que pesaban en su contra.
Polémica en Torno a la Figura de Hegseth
La designación de Hegseth como secretario de Defensa ha sido objeto de debate desde el inicio. Antes de asumir el cargo, Hegseth era conocido como presentador de Fox News y carecía de experiencia militar o en política exterior. Su estilo confrontacional y las acusaciones personales en su contra han alimentado críticas sobre su idoneidad para dirigir el Pentágono.
El ‘Signalgate’ ha amplificado estas preocupaciones, ya que plantea interrogantes sobre la seguridad de la información clasificada bajo su liderazgo. La participación de familiares y allegados en conversaciones confidenciales podría violar protocolos de seguridad y poner en riesgo operaciones militares sensibles.
Impacto en la Administración Trump
El escándalo llega en un momento crítico para la administración Trump, que busca consolidar su agenda de seguridad nacional. Las continuas filtraciones y controversias en el Pentágono podrían erosionar la confianza del público y del Congreso en la gestión de Hegseth.
Mientras tanto, la búsqueda de un reemplazo para el secretario de Defensa refleja la creciente presión sobre la Casa Blanca para abordar el problema. Sin embargo, el apoyo incondicional de Trump a Hegseth complica cualquier intento de removerlo del cargo.
Conclusión
El caso del ‘Signalgate’ pone de relieve los desafíos de seguridad y transparencia dentro del Departamento de Defensa bajo la dirección de Pete Hegseth. Mientras el secretario enfrenta acusaciones de manejo irresponsable de información clasificada, las tensiones entre sus detractores y sus defensores en la administración Trump amenazan con profundizar la crisis.
Aunque Trump respalda públicamente a Hegseth, las filtraciones y críticas persistentes podrían obligar a la Casa Blanca a reconsiderar su posición si la situación sigue escalando. Por ahora, el futuro del secretario de Defensa sigue siendo incierto, mientras el escándalo sacude al Pentágono y genera desconfianza sobre la gestión de asuntos de seguridad nacional.