Madrid, 11 de julio de 2024. – Un estudio reciente del Observatorio del Alquiler de la Fundación Alquiler Seguro y la Universidad Rey Juan Carlos revela que la transformación de viviendas turísticas en residenciales podría incrementar significativamente la oferta de alquiler en áreas clave de España. En Madrid, este cambio proporcionaría un aumento del 24 % en el distrito Centro, mientras que en Málaga y algunas zonas de Barcelona, la oferta podría crecer hasta un 20,9 % y 10 %, respectivamente.
En el análisis, que utiliza datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y Airbnb, se destaca que el distrito Centro de Madrid, con 8,363 viviendas turísticas, experimentaría el mayor aumento. Otras áreas como Salamanca y Chamberí también verían incrementos significativos de 6,9 % y 6 %, respectivamente. Sin embargo, en barrios más alejados como Villaverde y Vicálvaro, el impacto sería menor, con aumentos por debajo del 1 %.
Barcelona presenta una situación similar, con un incremento promedio del 5,3 % en la oferta de alquiler, pero con aumentos de hasta el 10,6 % en Ciutat Vella y 9,5 % en Eixample. En contraste, barrios como Nou Barris y Sant Andreu apenas notarían cambios.
Málaga podría ver un aumento del 21 % en su oferta de alquiler, y San Sebastián y Valencia rondarían el 10 %. Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife experimentarían crecimientos del 9,7 % y 6 %, respectivamente.
A pesar de estos potenciales aumentos, el Observatorio advierte que este trasvase de viviendas no solucionaría por completo el problema de acceso a la vivienda en las principales ciudades. La presencia del alquiler turístico es muy variable, siendo más prominente en las costas y centros urbanos, y prácticamente insignificante en las zonas residenciales y periféricas.
Además, la investigación sugiere una regulación cuidadosa del mercado de alquiler turístico para evitar una reducción de la oferta. Aunque existe una necesidad de control, las intervenciones deberían ser medidas para no afectar negativamente la disponibilidad de vivienda.
La legislación en torno a los pisos turísticos y su impacto en el mercado inmobiliario continúa siendo un tema de debate en Europa, con ciudades como Madrid y Barcelona a la vanguardia de las regulaciones para equilibrar las necesidades residenciales con las turísticas.