Madrid, 9 de julio. – A sus 60 años, la minifalda sigue siendo un clásico de la moda que se actualiza constantemente. Fue la diseñadora Mary Quant quien la llevó por primera vez a la pasarela el 10 de julio de 1964. Aquellos que la consideraron una creación escandalosa y efímera estaban equivocados.
Hoy en día, la minifalda sigue vigente, como lo demuestran las últimas colecciones de marcas como Miu Miu, Gucci, Prada, Loewe y Stella McCartney. Incluso un clásico como Chanel ha sucumbido a su encanto.
Origen y evolución
Mary Quant siempre restó importancia a su rol en la creación de la minifalda, atribuyéndola a las chicas de King’s Road, donde abrió su tienda Bazaar. “Estaba haciendo ropa que te permitiera correr y bailar. La hacíamos del largo que la cliente quería”, dijo en una entrevista en 1967. Sin embargo, el diseñador André Courrèges también peleó por ser reconocido como su autor.
Durante la efervescencia creativa de los años 60, cuando la música de los Beatles y los Rolling Stones marcaba nuevas tendencias, la moda se convirtió en una vía para que las mujeres se liberaran.
Un símbolo de juventud y fuerza
La diseñadora española Teresa Helbig es una apasionada de la minifalda, una prenda que siempre incluye en sus colecciones. “Es un símbolo de juventud, de fuerza, de garra”, explica. Aunque reconoce que la moda es cíclica y la minifalda tiene momentos de mayor y menor auge.
Figuras icónicas como Twiggy, Raquel Welch, Brigitte Bardot, Françoise Hardy, Jane Fonda y Tina Turner ayudaron a popularizar la minifalda en los años 60 y 70. En los años 80, Madonna la combinaba con medias con bordados, llevando la prenda a un estilo underground.
Diversidad y empoderamiento
Para Helbig, “llevar ahora una minifalda significa diversidad. Todas las mujeres deberían llevar minifalda cuando les apetezca. Creo que una mujer cuando lleva una minifalda se siente muy a gusto consigo misma”. La diseñadora incluso ha creado minifaldas para vestidos de novia, mostrando uno de sus últimos diseños extremadamente mini.
Minifaldas en bodas y realeza
La minifalda ha sido una opción popular en bodas. La actriz Sharon Tate la usó en 1967 cuando se casó con Roman Polanski, y Yoko Ono hizo lo mismo en su boda con John Lennon en 1969. Ese mismo año, Givenchy diseñó un vestido rosa con falda mini para la boda de Audrey Hepburn con Andrea Dotti.
Incluso en la realeza, la minifalda ha tenido su espacio. Tanto la princesa Catalina como la reina Letizia han optado por esta prenda en actos oficiales.
Vigencia en la moda contemporánea
En su época como miembro de las Spice Girls, Victoria Beckham usaba minifaldas de todos los colores y formas. Ahora, como diseñadora, propone para esta temporada una nueva versión del tradicional ‘little black dress’ con patrón de chaleco alargado.
Otras celebridades como Taylor Swift, Hailey Bieber y Blake Lively siguen luciendo minifaldas en su día a día y en las alfombras rojas, demostrando que esta prenda icónica sigue siendo un símbolo de estilo y empoderamiento.
La minifalda, con sus 60 años de historia, continúa siendo una pieza esencial en la moda, representando la evolución y la liberación femenina a través de las décadas.