Washington DC, 10 Julio.- Documentos recientemente desclasificados por la fiscalía federal de Nueva York detallan el involucramiento de Nicolás Maduro en el Cartel de Los Soles, una organización de narcotráfico venezolano. Aunque inicialmente no fue uno de los primeros seleccionados por Hugo Chávez para liderar esta operación, Maduro eventualmente asumió un papel protagónico a medida que su poder en Venezuela crecía.
La acusación sostiene que Maduro no solo administró sino que también lideró el cartel, desempeñando un papel más activo en las operaciones de exportación de cocaína de lo que se creía anteriormente. Esto incluye directrices para proteger las operaciones de las FARC, según las instrucciones de Chávez, y el envío de varias toneladas de cocaína.
Maduro y otros líderes venezolanos, como Diosdado Cabello, están acusados de usar el narcotráfico como un arma no convencional contra Estados Unidos, intentando inundar el país con cocaína para afectar a sus ciudadanos. Esta estrategia forma parte de un enfoque más amplio que busca desestabilizar a Estados Unidos, considerado por el régimen como su adversario.
El papel de Maduro en el cartel se intensificó tras la muerte de Chávez, cuando la protección y expansión de los intereses del cartel se entrelazaron aún más con los del régimen venezolano. Las acusaciones también incluyen la coordinación para el suministro de armamento de guerra a las FARC y la administración de un gran esquema de lavado de dinero.
Este complejo escenario pone de manifiesto la utilización del narcotráfico como una herramienta política y económica, complicando aún más la situación geopolítica en la región y las relaciones internacionales de Venezuela, especialmente con Estados Unidos y países vecinos involucrados en las rutas de tráfico.
Las revelaciones de estos documentos ponen a Nicolás Maduro y a otros altos funcionarios venezolanos en el centro de una crisis legal y diplomática que podría tener amplias repercusiones para su administración y para la estabilidad política en Venezuela.