Lima, 3 de julio de 2024.- Desde ayer martes, el gobierno peruano ha empezado a requerir pasaporte y visa vigentes a todos los ciudadanos venezolanos que deseen ingresar a Perú, según anunció la Superintendencia Nacional de Migraciones. Esta medida busca estandarizar los requisitos de ingreso al país y fortalecer los controles migratorios.
La decisión, que se formalizó mediante una resolución oficial publicada el pasado 27 de junio, elimina algunas excepciones que permitían el ingreso de venezolanos con documentos menos seguros, como pasaportes vencidos. “Se estandarizan los requisitos de ingreso al Perú para todas las personas de nacionalidad venezolana”, informó la Superintendencia en un comunicado.
Además, las nuevas normas estipulan que los venezolanos con visa en un pasaporte vencido deberán presentar un documento de viaje con una vigencia mínima de seis meses para poder entrar al país. Sin embargo, como medida transitoria, aquellos venezolanos con pasaportes vencidos que ingresaron a Perú antes de la implementación de la última resolución podrán solicitar un cambio de calidad migratoria.
La Superintendencia también hizo un llamado a todos los ciudadanos extranjeros a cumplir con la normativa vigente para evitar ser declarados inadmitidos y enfrentar el reembarque. Las aerolíneas, por su parte, tienen la obligación de verificar la validez de los documentos de los pasajeros antes del abordaje y podrían enfrentar sanciones si no cumplen con esta verificación.
Esta actualización reglamentaria revoca una normativa previa de junio de 2019 que había flexibilizado los requisitos de entrada para los venezolanos, permitiendo el ingreso con pasaportes vencidos y partidas de nacimiento para menores de nueve años. Según el gobierno, esta flexibilidad había incrementado significativamente la migración de venezolanos hacia Perú, así como los problemas de seguridad asociados con la presencia de organizaciones criminales lideradas por extranjeros.
El primer día de implementación de la nueva política transcurrió sin incidentes significativos en los pasos fronterizos del norte con Ecuador y del sur con Chile, donde las autoridades han intensificado el control y la vigilancia.